Carolina Grof

Jefa de taller, profesora, equipo investigación creativa.

Para mí, el barro es un material noble, puro, simple, que requiere de una gran destreza para poder dominarlo.

Mi aproximación a la cerámica ha sido siempre desde la forma y la superficie. Estudié Escultura en laEscuela de Artes de la Universidad Finis Terrae(2004-2008).

Ya en los últimos años de la carrera me reencontré con la cerámica. Y digo que me reencontré, porque cuando pequeña siempre estuve en contacto con ella. De niña siempre hacía pastelitos de barro, jugaba con greda y modelaba el material. Me entusiasmó la posibilidad táctil del material.

Solo trabajé con un tipo de barro y sin ningún otro elemento durante dos años. Preparando mi tesis de escultura sobre el concepto “contenedor”, pude entender la importancia de este material en el desarrollo de la cultura. Las culturas se han manifestado durante milenios por medio de la cerámica, en el ámbito artístico, simbólico, utilitario, técnico, permitiendo a las personas plena libertad al crear.

Al terminar la carrera armé mi propio taller de cerámica (2008-2009) y pude confirmar que trabajaba en mi vocación. Al finalizar el año 2009 partí rumbo a Madrid, a perfeccionar mis conocimientos. Madrid tiene una escuela que ya cumplió cien años en la enseñanza de la cerámica. En realidad, son dos escuelas: la Escuela de Artes Francisco Alcántara y la Escuela de Cerámica de la Moncloa, que imparte cursos monográficos, con una orientación más artística. Por supuesto, me inscribí en ambas a la vez, permaneciendo en ellas por casi cuatro años.

El año 2014, regresé a Chile a armar nuevamente mi taller. Quise contribuir al mundo de la cerámica desde nuestro territorio, nuestra casa. El Taller Cerámicas Grof, instalado en la calle María de Iglesias, comenzó junto con el nacimiento de mi primera hija, y ha crecido de forma orgánica junto a mi familia. Tuve que desarrollar mi capacidad de gestión para su desarrollo, para convertirlo en mi fuente de trabajo estable. Esto me ha permitido investigar y crear, además de compartir con otr@s en torno a lo que es mi pasión.

La búsqueda de mi trabajo autoral encuentra sentido en el desarrollo de líneas de objetos que transitan entre lo utilitario y lo artístico. Me muevo entre investigaciones creativas; en exploraciones en torno al material, sobre pastas y esmaltes, poniendo atención en materias locales para encontrar una identidad territorial; así como de volúmenes que contienen y son contenidos por mi cultura. Los desafíos técnicos en el desarrollo de propuestas creativas son parte de mis curiosidades.

Esto me ha llevado a explorar con el color, distintos tipos de pastas, técnicas de construcción, tamaños, cocciones, entre otros. He aprendido de muchos (Peña, Mandiola, Taller Villaseca, el español, Gustavo Giroz). Pero, por otra parte, el enseñar también se convirtió en una forma de aprender. Una de las principales características del material es su maleabilidad. Por lo cual la arcilla toma forma por medio de la persona que la modela; osea, ambas se modelan. Esto me llevó a comprender que, junto con compartir mi experiencia, mientras más personas observaba trabajando el material, podía entender más su manejo y comportamiento.

He enseñado en mi taller desde sus primeros años y en el diplomado de Escultura en Cerámica de la Finis Terrae, desde el 2016 al presente.